Space Clash
Pc - Westwood - Estilo - Español - 1 jugador / Internet - 6.795


Cuando un juego tiene éxito nos vemos asediados por multitud de clones de dicho título. Space Clash es en concreto un discípulo de Starcraft, aportándole a la base ya conocida algunas novedades interesantes.

El primero de Enigma

Enigma Software debuta en este mundillo del videojuego con un título que posee una jugabilidad a la altura de los grandes clásicos de Westwood o Blizard, y le añade a esto jugosas novedades como la posibilidad de negociar y pactar con otros imperios, o la existencia de un doble interface: fases en tierra (las de toda la vida) y fases espaciales.
Estas frescas ideas hallarán su contraste en un apartado técnico excesivamente pobre para los tiempos que corren, con gráficos simplones y...a 256 colores, además posee un apartado sonoro que no aporta nada nuevo.

Al parecer, los chicos de Enigma saben muy bien lo que la gente quiere que haya en un juego de estrategia y han creado un pseudo-starcraft del que han tomado prestada la ambientación y el interface y al que le han añadido varias opciones de cosecha propia.
Como en otros títulos disponemos de varias razas a elegir que deberán enfrentarse, en este caso, por la supremacía de la galaxia. Space Clash nos propone iniciar la cruzada espacial formando parte de uno de los cuatro imperios disponibles: Krakeder, Corian, Seliani o Cibernia, cada uno con sus correspondientes carácterísticas. Y una vez hayamos decidido que frente defenderemos aparecerá una pantalla ofreciéndonos los distintos modos de juego entre los que se encuentran los típicos modos de entrenamiento en misiones simples, la "campaña lineal", en la que tendremos que superar fases como en cualquier otro juego de estrategia y la "campaña espacial" que alternará fases planetarias pertenecientes a la campaña lineal y fases en el espacio.

Cosas nuevas

El modo "campaña espacial" es la auténtica esencia del juego de Enigma, gracias a él dejaremos de enfrentarnos a una fase tras otra sin saber qué ha sido de nuestras tropas que abandonamos en la misión anterior. Ahora cuando acabamos una misión, accedemos al modo espacial en el que controlamos una flota de naves, mientras que nuestras tropas permanecen en el planeta abandonado junto con los edificios que construímos y que nos estarán aportando mercancías para comerciar. Entre estas naves existitá un tipo encargado al transporte la cual nos servirá para recoger unidades de un planeta y llevarlas hacia otro aún por conquistar.
Pero en el modo espacial no estaremos solos, las naves enemigas atacarán a las nuestras así como las fragatas piratas, que no entenderán de alianzas.Otras nos ofrecerán mercancías a cambio de dinero o la posibilidad de establecer relaciones diplómaticas con el imperio al que pertenecen. Posiblemente las primeras partidas en este modo, despues de lograr nuestro cuarto planeta, supondrán la pérdida total de la flota con el consiguiente fin del juego. Esto se deberá a la falta de previsión, ya que en un principio el jugador tenderá a centrarse casi en exclusiva en las misiones planetarias descuidando mucho la flota espacial, decisión que no acusará hasta haber superado unas cuantas misiones.

La otra novedad importante que presenta Space Clash es la posibilidad de establecer relaciones diplomáticas con los demás imperios. Utilizando vehículos especiales podemos adentrarnos en los territorios de los otros imperios y ofrecerles alianzas o pactos. Nosotros tambien deberemos atender a sus peticiones de alianzas e incluso decidir si nos conviene o no pagar el dinero que nos pedirán para evitar ser atacados en un mal momento. Por supuesto, las alianzas y pactos se rompen. En la mayoría de los casos las alianzas nos servirán para adentrar nuestras tropas en territorio rival sin sufrir ataques y una vez dentro destruir rapidamente el objetivo que nos hayamos marcado.
En ocasiones la misión que se nos destine dispondrá a tres imperios sobre el mismo territorio, momento en el cual las relaciones diplomáticas jugarán un papel importante.
Además nuestros vehículos de transporte no tendrán ningún problema para estar en una zona de otro imperio ,en el modo planetario y si no nos encontramos en guerra con ese imperio. Normalmente los cargaremos con recursos extraídos del terreno y los llevaremos al centro comercial del imperio que creamos opurtuno para intentar venderlas y aumentar nuestros créditos, aunque en ocasiones los utilizaremos para transportar en ellos vehículos de combate para e intentar sorprender a nuestro rival con un ataqe no esperado.

Falta de calidad técnica

Por una parte hay que mencionar que los efectos de sonido sin ser para nada innovadores, limitándose a ser los disparos y explosiones de toda la vida y algún que otro sonido de los propulsores de las naves, cumplen perfectamente. Excepto uno que simula interferencias en un dispositivo de radio y que aparece en la intro que no trago; la primera vez que lo escuché creí que fallaba la tarjeta de sonido.
Las músicas varían dependiendo del imperio elegido y la situación, siendo su denominador común el ritmo algo monótono que a más de uno hará bajar su volumen cuantiosamente tras varias partidas de "deleite" auditivo.
Lo mejor y más destacado del apartado sonoro son los diálogos en castellano, tanto en las intros como en los mensajes de información durante el juego o los menús.

Y en cuanto al apartado gráfico, no se entiende que un juego publicado en los aledaños del 2000 cuente con unos gráficos tan pobres, dando la impresión de haber sido diseñado para que apareciese en el mercado varios años antes.
Los gráficos emplean una paleta de 256 colores lo cual conyeva que los escenarios sean muy simples, a lo que se le suma una muy limitada variedad de éstos. También es consecuencia de la carencia de una mayor paleta de color la sensación de que algunos de nuestros vehículosy construcciones se parecen demasiado. Por contra las animaciones están cuidadas y la intro inicial y los cuatro finales son lo muy buenos, y muy espectaculares para lo que ha sido la elaboración técnica general del juego.

Ante todo jugable

Si de algo no se puede tachar este juego es de falta de capacidad de dejarse jugar y de divertir. La inclusión de las nuevas características anteriormente mencionadas logra crear un conjunto extremadamente adictivo al aportar más variedad y más opciones a los esquemas ya conocidos en los juegos de estrategia.
El interface de juego es distinto dependiendo del modo en que nos encontremos: espacial o planetario, pero en ambos igual de cómodo y eficaz, manejando todas las acciones con nuestro ratón, a la vez que dispondremos de combinaciones de teclas para realizar la mayoría de las acciones con una mayor rapidez.
Dispondremos en todo momento de un cuadro de opciones desde donde se podrá grabar o cargar una partida, conocer los datos estadísticos correspondientes a nuestro potencial bélico, económico y de territorios, conocer los recursos para el comercio de que disponemos, las relaciones con los otros imperios. En conclusión, lo suficiente para que no nos surjan problemas por el hecho de estar desprevenidos.

Y tanta dedicación se ha puesto en hacer de éste un juego jugable y divertido que han descuidado gravemente el apartado técnico, echando por tierra lo que podía haber sido un nuevo clásico.
De todos modos Space Clash es un gran juego y una muy buena opción de compra.